Capítulo 40.

Paula: -sentándose en la cama, al lado de él- Pedro… -Pedro no se despertaba- Pedro... –seguía sin despertarse- Pandita… -dijo con voz tierna y lo movió de lados-  ¡PEDROOOOOOOOOOOO! –grito brutamente, ya no sabía cómo despertarlo-

Pedro: ¡AAAAAAAAAAAAAAAH! –pego un grito y se sentó bruscamente- qué?

Paula: despertate –dice con voz tierna y riendo por como lo había asustado-

Pedro: que lindo que te despierten así –dice irónico-

Paula: -ríe- tonto, te quise despertar tiernamente y no me diste bolilla.

Pedro: como me querías despertar?

Paula: a ver, acóstate y te muestro.

Pedro: ok –se acuesta boca abajo-

Paula: despertate mi amor… –le acaricia la espalda y Pedro sigue supuestamente dormido- pandita… –le da beso en el cuello y de su cuello pasa a su rostro, se queda mirándolo y le da un pico-

Pedro: -se sienta- así me querías despertar?

Paula: ajam.

Pedro: sos más tierna –la besa- te amo.

Paula: yo también –pico-

Pedro: qué hora es?

Paula: 12:30 más o menos.

Pedro: tenes hambre.

Paula asiente.

Pedro: ok, espérame, voy al baño, vuelvo y cocinamos algo, si?

Paula: te espero.

Pedro fue al baño a hacer sus necesidades, se lavo la cara y después de minutos volvió al cuarto, vio que Paula estaba boca abajo, parecía que dormía (el no veía su cara, porque estaba del otro lado).

Pedro: -se sentó en la cama al lado de ella- despertate mi amor –le acaricia la espalda, imitando lo que ella hizo con él- Pandita... –le besa en el cuello, y ahí Paula se sobre salta y da la vuelta-

Paula: me asustasteeeeeee –grita-

Pedro: te quise despertar como vos a mi –puchero-

Paula: pobresito, y yo te grite –lo besa y ríe- te amo.

Pedro: yo también, vamos?

Paula: vamos –en pocos minutos ya estaban en la cocina-

Pedro: que cocinamos?

Paula: lo que vos quieras.

Pedro: que buena novia tengo che.

Paula: jajaja tonto, dale, elegí, que cocinamos?

Pedro: elegí vos.

Paula: yo elegí ayer la cena, ahora te toca a vos.

Pedro: mmm…

Paula: dale,  elegí, vamos a hacer lo que vos queres.

Pedro: bife a la criolla.

Paula: ya sabía.

Pedro: -ríe- y si, mi comida preferida.

Paula: claro.

Pedro: comenzamos?

Paula: por supuesto.

Paula sabía cocinar mejor que Pedro, ya que desde chica le pedía a su mamá que le enseñe, sin duda le encantaba cocinar, ella prácticamente hizo todo, Pedro solo ayudaba cortando las verduras, pasándole los condimentos, o cosas así, también la jodía mucho, no la dejaba cocinar, le hacía cosquillas, o le daba besos en el cuello, ella solo le decía que salga porque así no podía cocinar. Después de casi un hora terminaron de cocinar, pusieron la mesa, y se sentaron a comer.

Paula: -a punto de meter la comida- es imposible cocinar con vos al lado Pedro.

Pedro: -ríe- era para que todo no sea tan aburrido.

Paula: -terminando de masticar su comida- mmm… riquisimooo (*en honor a Zai, by: Fáti*) probalo, dale.

Pedro: -agarra un poco del bife y lo mete es su boca-

Paula: esta rico, no?

Pedro –terminando de masticar- muy, tenemos que cocinar más seguido vos y yo.

Paula: ya te dije somos una buena dupla –ríe-

Pedro: tal cual.

Paula: ah, casi me olvido, mi tía quería que vuelva antes que sea de noche, es super buena,  pero es cuida también –ríe-

Pedro: tranqui mi amor, comemos todo, pasamos un ratito más juntos y volvemos, dale?

Paula: dale.

Pedro: mañana nos mata el coreógrafo –cambiando de tema-

Paula: ay si, que miedo –dice sincera-

Pedro: tampoco nos va matar –ríe-

Paula: ya se tonto, pero bueno, que se yo –ríe-

Pedro: -ríe- te amo.

Paula: yo también.

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