Capítulo 34.

Paula: tontito –le pega en el pecho aún recostada sobre él-

Pedro: auch –dijo y ambos se incorporaron y sentaron en el sofá mirándose uno a otro-

Paula: dolió? –ríe-

Pedro solo asintió haciendo puchero.

Paula: mentiroso.

Pedro: si que doli´che –ríe-

Paula: -ríe- te amo, sabes?

Pedro: sí, y yo te amo a vos –la besa-

Paula: yo te amo mucho –pico- mucho –pico- mucho.

Pedro: yo mucho –beso- mucho más.

Paula: mmm… no empieces Alfonso.

Pedro: yo no hago nada Chaves –ríe-

Paula: tarado –le pega el hombro-

Pedro: aaaaaaaaauch –grita exageradamente-

Paula: que exagerado sos mi amor.

Pedro: duele –puchero-

Paula: pobrecito –con voz tierna- veni –dice y le hace un seña como para que se acerque a ella, él se acerca y lo abraza dulcemente-

Pedro: -la mira- te amo.

Paula: yo también –lo besa-

Pedro: tenes hambre?

Paula: digamos.

Pedro: cocinamos?

Paula: dale.

Pedro: vamos? –se par y le pasa la mano-

Paula: vamos –agarra su mano y van a la cocina- y…

Pedro: qué?

Paula: y que vamos a cocinar?

Pedro: cuál es tu comida preferida?

Paula: cuál es la tuya?

Pedro: Paulaaaaa…

Paula: Pedrooooo –lo imita-

Pedro: dale tontita, decime.

Paula: bueno, bueno… ñoquis con salsa rosa.

Pedro: bien.

Paula: y la tuya?

Pedro: bife a la criolla.

Paula: rico –ríe- pero si hacemos unas pizzas mejor?

Pedro: -ríe- que mala ama de casa vas a ser che…

Paula no dijo nada solo lo fulmino con la mirada y le pego en el hombro dos veces.

Pedro: dueleeeee –grita-

Paula: te lo mereces por decirme eso.

Pedro: qué? –haciendose el desentendido-

Paula: -enarcando una ceja- me estas jodiendo?

Pedro: -ríe- es hermoso verte enojada –ríe- claro que es joda, seguro vas a ser la mejor ama de casa.

Paula: tonto –vuelve a pegarlo- estaba a punto de tirarte un baso con agua –ríe-

Pedro: si?

Paula: si.

Pedro: entonces… qué cocinamos?

Paula: mejor yo no diga nada, elegí vos.

Pedro: era una broma mi amor, hacemos las pizzas?

Paula: nose –seca-

Pedro: afloja mi amor.

Paula: vos me pusiste así, báncatela.

Pedro: no lo dije enserio.

Paula: pero lo dijiste.

Pedro: me perdonas?

Paula no dijo nada.

Pedro: Pau…

Paula: qué? –dijo mirando para otro lado-

Pedro: mirame.

Paula: -lo volvió a mirar- listo, qué?

Pedro: perdonas a tu lindo pandita? –mirandola tiernamente-

Paula: mmm –se estaba haciendo la enojada aunque por dentro se moría de ternura-

Pedro: porfavor, tu pandita se pone triste –seguía con esa mirada tierna- lo perdonas?

Paula: como no perdonarte con esa cara?

Pedro: me perdonaste?

Paula asintió.

Pedro: cocinamos las pizzas?

Paula: ok.

Pedro: te amo –la beso fugazmente-

Paula: yo también.

**