Mientras el se fue Paula puso la mesa y luego fue a la
cocina a buscar la bandeja con la pizza, coloco en la mesa y fue a traer los
vasos, cuando llego vio que Pedro estaba
entrando.
Pedro: me hubieras esperado y te ayudaba a poner la
mesa Pau.
Paula: no es nada mi amor.
Pedro: mmm…
Paula: -interrumpe- cenamos?
Pedro: cenamos.
Paula agarro la bandeja con la pizza y comenzó a cortar, le
puso una porción a Pedro en su plato y puso una porción en el suyo, agarro los
cubiertos que había puesto ahí y cuando estaba a punto de cortar se percata que
Pedro ríe de la nada.
Paula: de qué te reís?
Pedro: vas a comer con cubiertos?
Paula: si? –dice desconcertada, como si fuera de otro mundo
comer con cubiertos-
Pedro: -ríe- a ver –le quita los cubiertos de las manos
a Paula- mira –dice y agarra su porción de pizzas con los manos- come así –la
mete en su boca y comienza a comer-
Paula: pero yo quiero comer con cubiertos.
Pedro: -terminando de masticar- dale, come como yo mi amor.
Paula: mmm, bueno –agarra la pizza con su mano- así?
Pedro: así, ahora come.
Paula: ok –mete la pizza en su boca y comienza a masticar-
Pedro: bien –ríe- espera mi amor –se va hasta ella y se
sienta a su lado-
Paula seguía masticando.
Pedro: -limpia la boca de Paula- tenías un poco de queso
–ríe-
Paula: -terminando de masticar- ves que no me sale –puchero-
Pedro: te salió perfecto mi amor –ríe burlándose-
Paula: Pedro te estás burlando.
Pedro: un poquito –guiño-
Paula: sos malo –puchero-
Pedro: y vos muy tierna –le agarra los cachetes-
Paula: malo, malo, malo, malo –antes de que vuelva a repetir
la palabra ‘’malo’’ Pedro le encaja un bso fugaz y vuelve a mirarla- que manía
de callarme así que tenes, eh –ríe-
Pedro: -ríe- me encanta.
Paula: ya me di cuenta.
Pedro: te amo.
Paula: yo también –se acerca a él y lo besa-
Pedro: sigamos cenando, ojo, con las manos, eh.
Paula: ok, con las manos –siguieron cenando y de a ratos
Pedro se burlaba de Paula, al igual que que ella de él, tomaron un vaso de
coca y fueron hasta la cocina a llevar
los cubiertos sucios, mientras Pedro fue a traer lo que sobraba en la mesa
Paula comenzó a lavar.
Pedro: -volviendo a la cocina- no hace falta que laves Pau.
Paula: yo quiero lavar.
Pedro: mi amor no hace falta –vuelve a reiterar-
Paula: ya te dije, yo quiero lavar, no es nada –dijo y
siguió lavando-
Pedro: Paulaaaa…
Paula: Pedroooo… -dijo imitándolo, le encantaba hacer eso-
Pedro: que terca sos.
Paula: anda acostumbrándote si me queres.
Pedro: te amo.
Paula: claro, por eso –dice obvia-
Pedro: bueno, te ayudo?
Paula: no hace falta.
Pedro: te ayudo –dice afirmando-
Paula: -ríe- y la terca era yo, ja.
Pedro: entonces te digo lo mismo…
Paula: -interrumpe- qué?
Pedro: anda acostumbrándote si me queres.
Paula: ok, seca y guarda.
Pedro: así está mejor.
Paula: -ríe- te amo –pico-
Pedro: yo a vos.
Después de un rato Pedro estaba guardando el ultimo cubierto
que Paula había lavado.
Pedro: listo.
Paula: terminamos –dijo y fue hasta el living a sentarse en
el sofá-
Pedro: si –se sienta- me acompañas?
Paula: a donde?
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