martes, 29 de enero de 2013

Capítulo 90.


Entraron al restaurante y ambos hicieron sus pedidos, luego de minutos sus platos estaban listos y ellos almorzando animadamente, Pedro quería distraer  Paula para que no piense en lo de su familia, y su idea estaba funcionando.

Paula: Pepe cuando me vas a llevar a tu casa? –dijo como si nada-
Pedro: eh? –dijo sorprendido-
Paula: si, bah, a la casa de tus papás.
Pedro: eh, no se –dijo dudoso-
Paula: nunca me presentaste Pedro –dijo un poco enojada, recordando ese pequeño detalle-
Pedro: es que estamos a full con el ballet, simplemente no se me cruzo por la cabeza amor –dijo sonando convincente para que su novia retomara la calma-
Paula: seguro? O no me querés presentar? –pregunto aún un poco enojada-
Pedro: como no voy a querer –hizo una pausa y se quedo pensando- terminamos de comer y volvamos para donde dejamos el auto.
Paula: vamos a volver? –dijo desilusionada, ya con mal humor-
Pedro: a tu casa no.
Paula: ok –respondió cortante y siguió almorzando-
Terminaron de almorzar y ambos partieron de nuevo para donde se encontraba el auto de Pedro, iban separados, Pedro podía notar que el humor de su novia había cambiado con el tema de la presentación a sus padres y que el se lo tome a la deriva, la abrazo para descontracturar un poco, pero esta siguió caminando, no se corrió pero tampoco lo abrazo.
Llegaron al auto, Pedro abrió la puerta, Paula subió y este arranco, ambos en silencio, Pedro miraba de re-ojo a Paula y esta iba pensando o mejor dicho haciéndose la cabeza del porque su novio no la presentaba aun ante su familia.
Segundos y varios minutos pasaron hasta que Pedro freno el auto, Paula lo miro pidiendo explicaciones y este prosiguió a hablar.

Pedro: aquella –señala- es la casa de mis papas –sonríe y Paula también-
Paula: -haciéndose la desentendida- y que hacemos acá?
Pedro: vengo a presentar a mi novia, a la mas linda –sonríe-
Paula: si? –pregunta tierna-
Pedro: claro que si –se acerca a ella, le agarra de la nuca y le da un beso- pero antes…
Paula: qué?
Pedro: -agarra una caja envuelta de la parte trasera del auto- tu regalo –vuelve a sonreír-
Paula: -lo agarra- no hacía falta mi amor –sonríe-
Pedro: si, claro que si, dale, abrí.
Paula: bueno –acomoda la caja y comienza a abrirla, adentro había un libro, y pareciera leerle la mente, era el libro que ella quería desde hace tiempo- muero –dijo sonriendo- El cuaderno de Noah –sonrió feliz-
Pedro: acerté? –pregunta dudoso-

Paula: mas que eso –esta vez ella lo agarra a el para besarlo por un largo tiempo- te amo, gracias mi amor.
Pedro: yo mas, un placer –sonríe- vamos?
Paula: -guarda el libro de nuevo y lo mira- no hace falta.
Pedro: arrugaste? –ríe-
Paula: si, bah no se –el reía- no te rías.
Pedro: ves que sos eh, ahora vamos, báncatela.
Paula: pero vinimos sin avisar ni nada, no, no volvamos a mi casa Pedro.
Pedro: -baja del auto, va hasta el lado ella y abre la muerta- no te preocupes mis viejos reciben a todos a la hora que sea.
Paula: seguro?
Pedro: muy.
Paula: bueno, pero un rato.
Pedro: dale.

Paula baja, le toma de la mano, y caminan hasta la casa de los padres de Pedro.



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