Capítulo 87.

Ya era domingo de mañana, Pedro comenzaba a desperezarse, giro para ver si su novia seguía durmiendo, pero se encontró con esos ojos verdes bien abiertos, seguidos de una sonrisa.

Pedro: buen día –sonríe-

Paula: buen día hermoso –siguen mirándose, ambos acostados-

Pedro: hace mucho estabas despierta?

Paula: no tanto.

Pedro: estas bien? –Acaricia su mejilla-

Paula: si, por?

Pedro: no se, estas muy ida.

Paula: puede ser.

Pedro: segura que estas bien?

Paula: si hermoso –se acerca mas y le da un beso-

Pedro: ponele que te creo.

Paula: gracias –sonríe-

Pedro: queres desayunar?

Paula: si.

Pedro: vamos juntos?

Paula: lo preparas vos y lo traes? –cara tierna-

Pedro: mmm, me parece que alguien quiere seguir haciendo fiaca.

Paula: me descubriste –sonriendo-

Pedro: me podes mucho eh –le da un beso y se para- vuelvo enseguida.

Paula: te espero.

Paula fue al baño a lavarse un poco la cara y despejar su mente, porque estaba mintiéndole a Pedro, le pasaba algo, en estos días extrañaba mucho a su familia, y eso la ponía un poco triste.

Mientras Pedro bajo a la cocina y se encontró con Hernan.

Pedro: también te mandaron? –pregunta gracioso-

Hernan: no hace falta –dice canchero-

Pedro: para Romeo, yo soy mejor que vos.

Hernan: claro, por eso te tuvieron que pedir el desayuno en vez de venir a hacerlo vos solo, no? –lo cargo-

Pedro: solo fue por hoy.

Hernan: como digas, ya termine, subo. –dijo despidiéndose-

Pedro termino de preparar el desayuno y subió de nuevo hasta la habitación de Pau, la puerta estaba abierta y este entro, la vio sentada y sonrió.

Paula: gracias mi amor, sos el novio mas lindo del mundo.

Pedro: vos lo sos –beso-

Paula: que rico se ve.

Pedro: proba.

Paula: probemos –sonrió-

Y comenzaron a desayunar, de a ratos uno al otro se daban un poco del desayuno, terminaron entre risas y besos.

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