Capítulo 49.

Después de casi una hora de viaje los chicos se encontraban llegando a la casa. Llegaron, Pedro bajo del auto haciéndose una seña a Paula que estaba a punto de bajar para que no lo haga, se dio vuelta y fue a abrirle la puerta del auto.

Paula: -saliendo del auto- no hacía falta que me abras -´rie-

Pedro: claro que sí –cierra la puerta del auto-

Paula: tengo un novio muy caballero –dice aún sonriendo-

Pedro: puede ser.

Paula: no, no, es.

Pedro: si un caballero hace esto, igual lo es? –dice y hace que Paula se recueste por el auto y pega su nariz con la de ella-

Paula: solo si la dama lo deja –dice histeriqueandolo-

Pedro: y la dama me deja?

Paula: si.

Pedro: y también me deja besarla?

Paula: todo lo que usted quiera.

Pedro: eso es mentira la dama no quiere que la bese tanto, me muerde.

Paula: claro, porque la dame tiene que entrar a su casa.

Pedro: tiene razón, mejor la beso ya, si no se va de mi antes.

Paula: claro –termina de decir eso y Pedro la besa fugazmente, tanto que ella no logra reaccionar al beso- ahora la dama quiere un beso más –ambos sonríen y ahora si Pedro se acerca de nuevo a ella y le da un lindo beso-

Pedro: -dejando de besarla- chau mi amor –pico-

Paula: chau gordo –pico-

Pedro: nos vemos mañana –pico-

Paula: si –pico-

Pedro: bueno, ándate –pico-

Paula: bueno, soltame –le dice porque Pedro la tenía agarrada de la cintura contra el auto-

Pedro: bueno, te suelo –dice le da un último beso y le deja salir-

Paula: -caminando hasta la puerta de su casa de la mano de Pedro- chau mi amor –dice antes de abrir la puerta, sonriendo-

Pedro: chau hermosa –la besa- te amo.

Paula: yo igual –lo besa. Pedro camina hasta su auto, sube, pone en marcha y se va, mientras Paula se queda mirándolo-

Después de ver como Pedro subió al auto y se fue, Paula abre la puerta de su casa y entra, al entrar vio a su amiga Zaira sentada en el sofá, tal cual padre esperando a su hija después de una fiesta.

Zaira: con que al fin llegaste –dice haciéndose la seria, cruzándose de brazos-

Paula: deja de hacerte mi papá.

Zaira: señorita usted me debe explicaciones –aún cruzada de brazos y con la cara seria, pero a punto de reír.

Paula: claro –dice irónica-

Zaira: estoy esperando a que me lo diga.

Paula: y yo estoy esperando a mi amiga para decírselo a ella.

Zaira: qué amiga? –dice ya con su tono, levantándose del sofá-

Paula: vos tarada –riendo-

Zaira: ah.. –aliviada-

Paula: vas a seguir con el papel de papá cuida o vas a ser mi amiga Zaira.

Zaira: lo de papá cuida es medio frustrante –dice y ambas ríen-

Paula: entonces?

Zaira: tú amiga, tú amiga.

Paula: genial.

Zaira: y, qué esperas?

Paula: esperar a qué?

Zaira: qué esperas para contarme genia.

Paula: espera, antes necesito saber algo…

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