miércoles, 27 de marzo de 2013

Capítulo 99.


20 de noviembre,  uno de los más cálidos meses, Paula y Pedro se encontraban  terminando el último ensayo antes del estreno de la obra (el cual sería ese mismo día, de noche), los meses pasaron rápido,  pero ellos disfrutándolo, ambos bailando juntos, ya que como alguna vez el coreógrafo les había comunicado, ambos bailarían como protagonistas aquel primer baile que ensayaron y unos cuantos más, serían dos semanas de puro disfrutar (más que nunca) porque ellos saben que no siempre se daría una oportunidad así, de bailar ellos, juntos, y lo aprovecharían al máximo.
Ese día Paula estaba más nerviosa que nunca, al concluir con el ensayo se tiro al piso, agotada, e hizo que Pedro haga lo mismo a su lado. Ambos se miraron y largaron un suspiro.  Pedro trato de tranquilizarla, y propuso para ello ir a almorzar juntos, tranquilos,  y luego ir a descansar un rato, así estar lo más predispuestos posibles para esa noche, su noche.

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Ambos saliendo de sus camarines, minutos antes de que comiencen todo,  minutos antes de que uno de sus mayores sueños se cumpla, se miraron, Paula tenía los ojos cristalizados, y los de Pedro brillaban a más no poder, se dedicaron un sonrisa, y sin dudar un segundo más se abrazaron y se dieron un corto beso, para luego de la mano, dirigirse detrás de bambalinas y comenzar esa hermosa locura de soñar con los pies, de a dos, a la par.

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Fix You, escuchaban de fondo, pero ellos conectados entre sí, uno con el otro, disfrutando del último baile (de esa noche) como si nadie más estuviese ahí, solo ellos, y la paz que provocaba ello. Terminaron, y Paula con los ojos llorosos, casi por impulso giro para mirar a Pedro,  abrazarlo y besarlo, mientras se escuchaba la ovación del público (entre ellos toda la familia, de ambos) y mientras los telones se cerraban. Se susurraron varios “te amo” para luego salir y concluir con el saludo final.

Paula: te amo, te amo, te amo y seguiría diciéndote muchas veces más –dijo al salir ya al final de todo,  colgándose brutamente de Pedro, rodeando sus piernas por la cintura de él, dejando varios besos seguidos en toda su cara, culminando en su boca-
Pedro: -riendo ya que Paula lo tomo casi por desprevenido- apa loquita –dijo gracioso y Paula rió también para luego bajarse de él, y mirarlo  tímida-
Paula: perdón –rió- es que fue muy emocionante mi amor –y esta vez él la llevo hasta si-
Pedro: lo dije bien eh –y dejo un beso en sus labios- fue –volvió a besarla- único –y nuevamente la beso- y yo también te amo, tanto, tanto, tanto –ella no lo dejo seguir ya que de arrebato le robo un beso-
Paula: voy a cambiarme y te veo, si? –dijo y el la beso-
Pedro: bueno –dijo aún sin dejar de besarla-
Paula: gordo, cuando decís bueno, tenes que soltarme y dejarme ir –dijo graciosa y ambos rieron-
Pedro: bueno –repitió y esta vez la solto-
Paula: te toco la puerta cuando estoy –dijo y se fue dejando un corto beso en su mejilla-

Ambos rápidamente se cambiaron ya que sabían que la familia de ambos los estaba esperando afuera, como Paula prometió fue a tocar la puerta de Pedro al camarín una vez lista, y ambos salieron a saludar a sus familias, los cuales los felicitaron y llenaron de elogios a penas al verlos. Y luego decidieron ir a cenar y celebrar esa hermosa noche todos juntos.
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Las dos semanas siguientes fueron igual a la primera noche, ellos disfrutaron cada una de sus pisadas al escenario, de sus abrazos interminables, tantos como los besos, y de escuchar esos cálidos aplausos de todo el público. Algunas veces acompañados por sus amigos (Zaira, Hernan) otras por las hermanas de Pedro, y por la tía de Paula. Ninguno se privo de verlos bailar juntos, y ellos no se privaron de tener a su familia completa apoyándolos más que nunca.
Ese día era especial, esa noche más que  nada, era la última, y la nostalgia sin duda se apoderaba de ellos, el final fue mil veces más emocionante que la primera vez, Paula derramo mil y una lágrimas, al igual que Pedro, se enredaron en un beso interminable recargado de amor, mucho amor. Y se prometieron que no sería la última vez, que eso solo era el comienzo, que volverían a bailar mil veces más juntos, sin importar donde, ni como sea. 


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Se viene el final de la primera temporada, por eso se acortan momentos.

sábado, 9 de marzo de 2013

Capítulo 98.


¡Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas mi amor, que los cumplas feliz!
Se encontraba Paula terminando de cantar exactamente  el nueve de octubre a las 00:00hs a su novio  en su departamento junto a él.
Pedro: gracias mi amor –le dio un beso y esta corrió para la habitación a buscar su regalo, volvió y se lo entro sonriendo- no hacía falta –dijo este agarrándolo-
Paula: si que si, dale abrilo –dijo ella sonriendo-
Pedro: bueno –dijo abriéndolo-
Paula: y? –pregunto ansiosa- erré? O no?
Pedro: me encanta, ya hacía falta un cuadro contigo acá, me encanta –dijo este besándola-
Paula: perdóname si no es muy “wo” –dijo esta tímida- es que cero idea de que regalarte gordo –y el rió-
Pedro: me encanta tontita –la beso- enserio –la volvió a besar-
Paula: si? –lo beso cortamente-
Pedro: si –también la beso-

Siguieron besándose, mimándose, hasta que se fueron a dormir, mañana pasarían un día en la casa de la familia Alfonso, ahora sí con toda la familia,  tíos, abuelos, primos, todo.


***


Paula preparando el desayuno, algo rápido y dejándolo en la cocina para ir a despertar a su novio, desayunar y partir a la casa de sus suegros.

Paula: dale gordito –dijo ya cansada de tratar que Pedro se digne a abrir los ojos, sabía que estaba despierto, pero la estaba molestando-
Pedro: no quiero –dijo sonriendo aún sin abrir los ojos y Paula sonrió al verlo así-
Paula: tontito –dijo riendo y le pego suavemente en la espalda-
Pedro: es que es lindo que estes así besándome –y al fin abrió los ojos-
Paula: que hermosos ojitos tenes mi amor –dijo graciosa-
Pedro: viste? –se hizo el canchero-
Paula: dale canchero, levantate y vamos a desayunar.
Pedro: así quiero cumplir todos los días años –dijo gracioso-
Paula: callate, siempre soy así –se cruzo los brazos enojada-
Pedro: claro mi amor, era una bromita –dijo tierno y la beso-
Paula: ponele, vamos antes que te deje sin desayuno –rió-
Pedro: dale.

***


Pedro manejaba, Paula miraba por el retrovisor, en silencio, no incomodo sino tranquilo, hasta que Pedro puso música y comenzaron a cantar riéndose.
Llegaron, Paula un poco nerviosa, pero no tanto como la primera vez, tocaron la puerta y salió Sonia la hermana de Pedro a recibirlos, la saludaron y entraron a saludar al resto de la familia, Paula rápidamente se adapto a ellos, y comenzó a dejar de lado el nerviosismo y todo lo que eso implicaba. 


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sábado, 2 de marzo de 2013

Capítulo 97.


Sábado, tanto ella, como él, querían pasarla juntos y bien.

Ambos despiertos, con cara de dormidos, los ojos achinados, dedicándose simplemente sonrisas ¡que hablaban por si solas! …

Pedro: sos tan linda recién despierta –dijo él, acariciando su mejilla, rompiendo aquel ¡maravilloso! silencio que reinaba entre ellos-
Paula: me das paz –dijo ella y él no se resistió, y la beso con mucho amor- te amo –volvió a decir ella en los escasos segundos en que  los labios de él no impactaran con los suyos-
Pedro: yo mucho más mi amor –dijo él y volvió a besarla, esta vez situándose arriba de ella, a medida que iba desasiéndose de la remera que la misma llevaba puesta, dejando cálidos besos en sus labios, bajando a su cuello, acariciándola, amándola, como ella a él.
Y de tantas maneras lindas de comenzar el día, ellos la hicieron así, entregándose el uno al otro, con amor, mucho amor.
Horas después en la cama entre mimos y “te amo” pronunciado de ambas partes, los dos decidieron bañarse y salir a comer, era pasado el medio día, otra cosa no podían hacer, y así lo hicieron.

Optan por ir a un restobar de ahí cerca y luego de almorzar entre risas y besos vuelven al departamento para decidir ahí como  seguiría su tarde juntos.

Y a Paula no se le ocurrió otra idea mas que ir al cine, y Pedro aceptó sin problema alguno, listos, juntos, partieron al lugar correspondiente y una vez ahí decidieron entre todas las películas en cartelera, ver “Lo Imposible”.

Con entradas, pochoclos, gaseosas, y chocolates (Paula se había dado un permitido y lo hizo bien) en mano fueron a esperar para cuando comience la película.

Horas después se encontraban saliendo de la sala donde había visto aquella película, Paula con los ojos rojos y llorosos, era muy sensible y la película un tanto fuerte.

Paula: y aún no puedo creer que sea verídico –dijo inocente en su asombro-
Pedro: -abrazándola por la espalda- es increíble, triste, pero real –dijo este depositando un beso en su mejilla- sos sensible eh gordita –dijo gracioso y ella rió-
Paula: tonto –le pego suave en el hombro- sigo en shock –dijo graciosa-
Pedro: loquita –le robo un beso-
Paula: shu –dijo escondiéndose en su cuello-

Pasaron el resto de la tarde juntos, disfrutándose de ellos, de estar juntos.
Ya oscureciendo, se despidieron un largo rato, para que luego de risas (por tan excesiva despedida) Pedro al fin deje entrar a Pau a su casa, y el emprender a la suya.


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